Carnaval de Zamarrones de Polaciones

‘Carnaval de Zamarrones de Polaciones’

El Carnaval de Zamarrones es una mascarada ancestral que tiene lugar en el valle de Polaciones. Pese a prohibirse en 1939, se continuó realizando  años después, a partir de los años 50 la festividad fue perdiendo popularidad hasta desaparecer por completo en 1956, no fue hasta 1998 que la Asociación Socio-Cultural Pejanda tras una intensa labor de investigación y con mucho esfuerzo, recuperó la celebración que se sigue celebrando en la actualidad.

Hoy en día, las comparsas recorren los doce pueblos de Polaciones vestidos con trajes tradicionales llamados zamarrones y bastones de madera de avellano llamados zamárganu, en cuya punta hay una piel atada. Ayudándose del zamárganu realizan saltos, golpean en la espada a otros mozos y  persiguen a las mozas solteras del pueblo para aplicarles el sabaneo, una mezcla de barro y agua (a veces también con estiércol). Según la tradición, la moza con más sabaneo será la más afortunada del año. Al finalizar el recorrido todas las comparsas se reúnen en Pejanda para elegir al zamarrón de honor. 

Los zamarrones blancos, visten camisa y calzón blancos, cubiertos por unas enaguas almidonadas también blancas. Rodeando el talle del varón, un mantoncillo de colores se sostiene gracias a un broche en la espalda, que deja caer las puntas a modo de cola. Dos bandas de seda de colores vivos cruzan el pecho, a la par que dos escarapelas de lazos adornan los hombros. En la cabeza, un gran sombrero de paja se cubre con seda blanca y se decora una copa de flores y cintas que cuelgan en la parte posterior. En los pies, botas altas negras.

En el caso de que el carnaval se celebrase con mal tiempo, el zamarrón blanco se sustituye por el zamarrón negro, una indumentaria más simple y oscura que consiste en polainas, albarcas y tizne negro en la cara. El zamarrón negro se centra en interpretar chanzas y burlas de todo lo acontecido en el vecindario.

Fuente: Asociación Cultural Pejanda